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A selection of stories from across the Federation
Las Américas y el Caribe
Una investigación global de IPPF expone el devastador impacto de la Administración Trump
Más de la mitad de socias y 85 millones de dólares afectados
For media enquiries


| 27 March 2025
Condenamos la decisión en Trinidad y Tobago de criminalizar relaciones del mismo sexo
IPPF ACRO y FPATT condenan la decisión de Trinidad y Tobago de mantener la criminalización de relaciones entre personas del mismo sexo La decisión del Tribunal de Apelaciones de Trinidad y Tobago de mantener la criminalización de las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo es un alarmante ataque a los derechos humanos. Este fallo, que restablece la criminalización de la intimidad privada y consensuada, es una violación directa de los derechos fundamentales de las personas LGBTQI+ y un crudo recordatorio de las leyes de la época colonial que siguen causando daño en el Caribe. La Oficina Regional de IPPF para las Américas y el Caribe (ACRO), junto con la Asociación de Planificación Familiar de Trinidad y Tobago (FPATT), se solidarizan de manera inequívoca con las comunidades LGBTQI+ en Trinidad y Tobago y en toda la región. Rechazamos esta decisión y cualquier legislación que niegue a las personas su derecho a amar libremente y vivir con dignidad. Este fallo refleja un sistema de justicia con normas opresivas que no tienen cabida en una sociedad justa y democrática. Según Eugenia López Uribe, Directora Regional de IPPF ACRO, esta decisión no solo es un retroceso para los derechos LGBTQI+, sino un ataque a la dignidad humana: “Es un intento deliberado de silenciar, criminalizar y excluir a una parte de la ciudadanía y de las personas que viven en el país. Pero que quede claro: la oficina regional de IPPF en las Américas y el Caribe seguirá luchando por y con el movimiento LGBTQI+ para que no sean silenciadas. IPPF no retrocederá. Los derechos de las personas LGBTQI+ no son negociables.” La criminalización de las vidas LGBTQI+ perpetúa la violencia, la discriminación y el estigma. Alienta el odio, socava el acceso a la justicia y genera un clima de miedo en el que las personas LGBTQI+ se ven obligadas a vivir con mayor vulnerabilidad. Investigaciones publicadas en 2023 por el programa Wholeness and Justice de CAISO: Sex and Gender Justice indican que 1 de cada 3 personas LGBTQI+ en Trinidad y Tobago experimenta discriminación y acoso, 1 de cada 4 sufre violencia familiar y 1 de cada 4 ha sido víctima de agresión física. La profesora Rose Marie Antoine, presidenta del Consejo de Administración de FPATT, comenta que “FPATT [Asociación de Planificación Familiar de Trinidad y Tobago] toma nota de la reciente decisión del Tribunal de Apelaciones que afirma una ley antigua, anterior a la independencia, que criminaliza a personas con una orientación diferente debido a una cuestión técnica: la cláusula de 'leyes heredadas'. Curiosamente, los colonizadores británicos que redactaron esa ley la abolieron hace mucho tiempo. También observamos que esta no fue una decisión unánime del tribunal. FPATT espera el día en que nuestro sistema legal y nuestras leyes reflejen la verdadera equidad y no discriminación, sirviendo a todas las personas de nuestra nación en su acceso a derechos fundamentales y protegiendo a los grupos vulnerables del daño y la violencia. FPATT continuará acogiendo y atendiendo a todas las personas, sin importar su orientación sexual.” Hacemos un llamado a la acción urgente: La derogación inmediata de los artículos 13 y 16 de la Ley de Delitos Sexuales. Un compromiso de los gobiernos del Caribe para despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo y proteger a las personas LGBTQI+ de la discriminación y la violencia. El fin del uso de cláusulas de "leyes heredadas" de la era colonial para justificar violaciones de derechos humanos. Ahora es el momento de que cada persona defensora de los derechos humanos, cada persona tomadora de decisión y cada persona aliada se pronuncie. Las personas LGBTQI+ en Trinidad y Tobago—y en todo el Caribe, nuestra región y el mundo—merecen justicia, igualdad y la libertad de vivir sin miedo. IPPF no se detendrá hasta que esto sea una realidad.

| 13 November 2024
IPPF ACRO urge acción del G20 sobre Haití
Río de Janeiro, noviembre de 2024 – La Oficina Regional para las Américas y el Caribe de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF ACRO) continúa instando al G20 a abordar la creciente crisis en Haití. Durante las discusiones del Grupo de Enlace Civil 20 (C20), IPPF ACRO desempeñó un papel clave en la elaboración de una declaración conjunta que pide al G20, bajo la presidencia de Brasil, que tome medidas decisivas para apoyar a Haití ante sus crecientes emergencias humanitarias. La declaración, entregada al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destaca la alarmante inestabilidad política y la creciente violencia en Haití, que han afectado gravemente a las poblaciones vulnerables. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 35,000 personas han abandonado sus hogares desde principios de 2024, y más de 600,000 haitianos están actualmente desplazados. Las crisis acumuladas han amenazado severamente los derechos fundamentales, particularmente los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y niñas en toda su diversidad, quienes enfrentan un mayor riesgo de violencia de género. A lo largo de este año, IPPF ACRO ha defendido consistentemente la inclusión de la crisis de Haití en la agenda del G20. “La situación en Haití es un recordatorio claro de las vulnerabilidades que enfrenta el Caribe ante el cambio climático, la inestabilidad política y la desigualdad”, afirmó Alessandra Nilo, Sherpa del C20 y directora de relaciones externas de IPPF ACRO. “Impulsamos esta declaración porque es imperativo que el G20, especialmente bajo el liderazgo de Brasil, reconozca la necesidad urgente de acción. Las mujeres y niñas en Haití están sufriendo las peores consecuencias de esta crisis, y no pueden esperar más para que la comunidad internacional actúe”. Jeffthanie Mathurin, partera y vocera de la Asociación de parteras de Haití, Asociación Miembro de IPPF en el país, subrayó la urgencia de la situación: “Ha llegado el momento de que la solidaridad social pase de las palabras a la acción, de las declaraciones a las transformaciones. Apoyen a Haití, apoyen a nuestras parteras, a nuestras mujeres y niñas, y a cada comunidad afectada por esta crisis. En conjunto, aseguremos que nuestra humanidad compartida no se convierta en un ideal pasajero, sino en una fuerza poderosa para la paz, la dignidad y la justicia para todas las personas de Haití”. IPPF ACRO sigue comprometida en centrar las voces de las organizaciones y comunidades locales en la respuesta a la crisis de Haití. “Creemos en una respuesta que priorice los derechos y necesidades de quienes son más afectadas, especialmente en el acceso a atención materna crítica y servicios de salud sexual y reproductiva”, enfatizó Eugenia López Uribe, directora regional de IPPF ACRO. “Hacemos un llamado a los líderes del G20 para que reconozcan que la verdadera resiliencia y recuperación para Haití deben basarse en asegurar los derechos fundamentales de su población, especialmente de mujeres y niñas”. La declaración conjunta de los Grupos de Enlace C20, Women 20 y Labour 20 pide al G20 pronunciarse a favor de la reestructuración del sistema de salud de Haití, incluyendo atención materna esencial y servicios de salud sexual y reproductiva. La declaración insta a los líderes del G20 a incluir en el Comunicado oficial un compromiso de tolerancia cero hacia la violencia sexual y de género, así como medidas de protección inmediatas para mujeres, niños y aquellos en mayor riesgo en Haití. “En un momento de múltiples crisis globales, no podemos olvidar a Haití”, añadió Nilo. “Décadas de explotación colonial, agravadas por los impactos climáticos, han creado las condiciones para la inestabilidad actual. El G20 debe intervenir y comprometerse con un futuro donde los derechos humanos sean protegidos y nadie quede atrás”. Acerca de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) y la Oficina Regional para las Américas y el Caribe (IPPF ACRO) IPPF es un proveedor global de atención sanitaria y un líder en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos (DSR) para todos. Liderada por un grupo de mujeres valientes y determinadas, IPPF fue fundada en 1952 durante la Tercera Conferencia Internacional de Planificación Familiar. Hoy somos un movimiento de 150 Asociaciones Miembro y Colaboradores con presencia en más de 146 países. Nos hemos enfocado en abogar por los derechos sexuales y reproductivos en toda la región, con especial énfasis en el aborto, la anticoncepción, la salud materna, la educación integral en sexualidad, el matrimonio infantil y uniones tempranas, las personas LGBTQ+ y la atención del VIH. En la Oficina Regional para las Américas y el Caribe de IPPF (IPPF ACRO), nos enorgullece ser locales a través de nuestras Asociaciones Miembro y Colaboradores, presentes en 30 países de nuestra región: Antigua y Barbuda, Argentina, Aruba, Bahamas, Barbados, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Curazao, Dominica, Ecuador, Guadalupe, Guatemala, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Paraguay, Perú, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago y Estados Unidos. Para más información: Andrea Alcalá Frutos +52 (33) 1409 6790

| 19 June 2024
Posicionamiento de IPPF sobre la persistente violencia en Haití
Click here to read IPPF's statement on the Ongoing Violence in Haiti in English. La Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) está profundamente preocupada por la escalada de violencia e inestabilidad política en Haití, en particular por su impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas desde marzo de 2024. Se proyecta que esta crisis deje a 3.000 mujeres embarazadas sin atención médica esencial, lo que provocará que casi 450 de ellas sufran complicaciones de parto que pondrán en peligro sus vidas. Con casi 580.000 personas haitianas desplazadas, las mujeres y las niñas están experimentando un alarmante aumento de la violencia sexual y de género, incluidas agresiones sexuales, torturas y violaciones colectivas por parte de grupos armados. De enero a marzo de 2024, se registraron 1.793 incidentes de violencia sexual y de género. La inseguridad relacionada con el conflicto también ha incrementado significativamente las estrategias de supervivencia negativas, contribuyendo al aumento de la violencia sexual y de género, así como de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH. La violencia continua impide el acceso a servicios esenciales de atención de salud sexual y reproductiva, poniendo en peligro la vida de madres y criaturas recién nacidas. Nuestras socias en Haití, la Asociación de Parteras de Haití, nos informó que "las bandas prohíben la circulación de motocicletas y peatones, amenazan y a veces disparan al aire para aterrorizarnos aún más. Debido a estas difíciles condiciones, cada vez acuden menos pacientes al hospital, ya sea para consultas de embarazo, partos o puerperio". Esta inaccesibilidad ha provocado un aumento significativo de la mortalidad materna e infantil. Eugenia López Uribe, directora regional de IPPF Américas y Caribe, ha declarado: "La ayuda humanitaria debe tener acceso a través de las organizaciones locales, como la Asociación de Parteras de Haití, y su bienestar debe estar garantizado en este proceso. Las mujeres y las niñas ya no pueden esperar más. Nuestra organización socia lleva 20 años proporcionando acceso a servicios de salud de emergencia, como atención durante el embarazo, el parto y el puerperio, así como atención tras situaciones de violencia sexual. Sin embargo, desde febrero, la Asociación de Parteras de Haití ha tenido que interrumpir sus actividades debido al riesgo inminente en el que se encuentran las mujeres que viven en Puerto Príncipe y sus alrededores". En este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, IPPF hace un llamado de tolerancia cero hacia cualquier forma de violencia sexual y de género y exige la protección inmediata de las mujeres haitianas en toda su diversidad, las infancias y las personas en mayor riesgo, en toda su diversidad. Es urgente que se permita el acceso sin trabas de la ayuda humanitaria a Haití. Esta ayuda debe ser diseñada y controlada por organizaciones y personal humanitarios locales, y cualquier fuerza de paz extranjera debe salvaguardar y proteger a las comunidades locales -en particular sus derechos y salud sexual y reproductivas- para que no se repitan los errores del pasado. No lo olvidemos: la pobreza y la inestabilidad de Haití han sido moldeadas por décadas de ocupación extranjera y colonialismo. La comunidad internacional le debe a Haití algo más que simples condolencias; le debe un compromiso inquebrantable con un futuro en el que se respeten y protejan los derechos humanos, incluidos los derechos de salud sexual y reproductiva, y en el que nadie se quede atrás.