Dos tercios de las 1400 millones de personas que viven en pobreza extrema son mujeres.
Casi el 50% de todos los ataques sexuales son contra niñas de 15 años o menos. A nivel mundial, el VIH es la principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva.
En la actualidad, el mundo cuenta con 1.800 millones de jóvenes menores de 25 años. Se trata de la mayor generación de jóvenes de todos los tiempos, y son un grupo muy diverso de individuos.
Las comunidades excluidas son las que más necesitan servicios de salud sexual y reproductiva, y entre ellas se encuentran jóvenes, las personas trabajadoras sexuales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan drogas, las poblaciones sexualmente diversas y las personas privadas de la libertad.
La necesidad de las mujeres de atención a la salud reproductiva no se suspende en una crisis humanitaria. Una cuarta parte de las personas afectadas por las crisis son mujeres y niñas de entre 15 y 49 años. En situaciones de crisis aumenta el riesgo de matrimonios infantiles, violencia sexual, abortos inseguros y partos sin asistencia. Las tasas de transmisión de las ITS, incluido el VIH, también aumentan en las emergencias, mientras que el acceso a los servicios sanitarios normales disminuye.
