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¿Cuándo fue la última vez que tocaste eróticamente tu cuerpo para darte placer?
¿Hace meses? ¿Hoy mismo? ¿Fue la última vez que no había nadie más en casa? ¿Lo recuerdas? Hablemos sin vergüenza ni miedo: la masturbación se siente in-cre-í-ble. Algunas personas lo hacen para excitarse, otras para dormir mejor, otras para preparar la escena para realizar otras actividades sexuales con la pareja. No importa el motivo, mayo es el mes de la masturbación, así que es un buen momento para profundizar en este acto de placer.
El toque perfecto
La masturbación es la estimulación erótica de nuestro cuerpo, más concretamente, de los genitales. Podemos hacerlo con las manos, con almohadas, con juguetes sexuales y de muchas otras maneras. Nuestra creatividad es el límite. Y podemos hacerlo sin compañía o dejando que otras personas lo hagan por nosotras o nosotres. A través de la masturbación, podemos aprender sobre nuestro cuerpo, lo que nos excita, lo que nos gusta y lo que no.
También es una excelente forma de sentir placer sexual. El propósito puede variar. Hay personas que no se sienten preparadas para tener relaciones sexuales y hay momentos en los que no queremos estar con otras personas. No importa. Con o sin compañía, la razón que nos lleva a querer masturbarnos es que puede darnos mucho placer. ¡Sí, se siente bien!
Sentimos placer cuando nos tocamos, cuando encontramos el movimiento adecuado y el nivel de presión para llenar nuestro sistema nervioso de las «hormonas de la felicidad»: endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina. Por eso masturbarse es bueno no sólo en ese momento, sino también después del orgasmo, ayudándonos a bajar el estrés, bloquear el dolor y relajarnos a lo largo del día. Además, permitirnos alcanzar este nivel de placer es una firme señal de que estamos cuidando bien nuestro cuerpo y nuestra mente.

Recuperar nuestro poder para darnos placer
Imagínate: entras a tu cafetería favorita, te diriges directo a la barra y con mucha seguridad pides tu bebida preferida, sea la que sea. Eliges la bebida, el tamaño, el sabor del jarabe, el endulzante y la temperatura. Pagas la cuenta y esperas al final del mostrador. Te llaman por tu nombre y, por fin, das ese primer sorbo que tanto deseabas. ¿A qué sabe? ¿Qué se siente?
Hay pocas cosas que puedan compararse a esta sensación, el empoderamiento que supone pedir exactamente lo que quieres... y conseguirlo.
En una cafetería, en la vida y en las prácticas sexuales, llegar al punto en el que sabes exactamente lo que quieres puede ser un poco complicado, y a veces lleva su tiempo. La masturbación es un viaje para comprender nuestras preferencias y deseos sexuales. Reclamar nuestro poder para darnos placer consiste en añadir más posibilidades en lugar de experimentarlo sólo con otras personas. Se trata de desarrollar el poder de saber qué nos funciona mejor y ser capaces de hacerlo realidad.
No olvidemos que el placer es también una cuestión política, que tiene que ver con el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Por tanto, la masturbación también lo es. Las sociedades a menudo están orientadas hacia las normas y acaban imponiendo la vergüenza, el miedo y la desinformación sobre la masturbación. En muchos países y culturas nuestra sexualidad se ha convertido en un tabú. Sin embargo, los actos de autodisfrute, como la masturbación, pueden ser una forma de resistencia contra este sistema. Al reclamar nuestro tiempo y nuestro cuerpo, y el uso de ambos para nuestro puro placer, recuperamos nuestro derecho a decidir sobre nuestras vidas.

Un acto de autocuidado
El autocuidado se ha abordado de diferentes maneras a lo largo del tiempo. Recientemente, sobre todo debido al impacto de la pandemia de COVID-19, se ha utilizado para referirse a actos de autodisfrute, pasatiempos y nuevos hábitos, como la adopción de alimentos orgánicos, prácticas de ejercicio, una mayor ingesta de agua y el fomento de una forma de vida más positiva y saludable. Y NOS ENCANTA. Este auge del movimiento de autocuidado ha puesto de relieve la importancia de llevar a cabo actividades que centren nuestro bienestar.
Así pues, la masturbación engloba muy bien el autocuidado. Además de reducir el estrés y mejorar el sueño, también refuerza nuestro sistema inmune, y está relacionada con la disminución del cáncer de próstata en las personas con pene y la reducción del riesgo de infecciones urinarias en las personas con vulva, al tiempo que mejora el funcionamiento cognitivo y la imagen personal. Y no lo olvidemos: el placer es también un aspecto vital de nuestro bienestar mental y físico.
Junto con la masturbación, hay otras decisiones y actos que podemos tomar para alcanzar nuestro placer y autocuidado, como tomar decisiones informadas sobre el método anticonceptivo que mejor se adapte a nuestras necesidades, planificar nuestras opciones reproductivas, nuestra carrera profesional y nuestras actividades de ocio, así como decidir abortar o continuar con un embarazo cuando nos enfrentamos a una prueba de embarazo positiva.
¿Lo has pensado alguna vez?
Para terminar
La masturbación es un acto de placer, pero también un recordatorio de que tú eres la persona experta: lo que te sienta bien y lo que no depende de ti. Tienes -literalmente- el poder en tus manos. En la cama o en sociedad, en soledad, en grupo o en pareja, siempre serás tú quien sepa qué es lo mejor para ti. 😋 ¡Feliz Mes de la Masturbación!
when
region
Americas & the Caribbean
Subject
Comprehensive Sex Education, Abortion Care, Sexual Health