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Por Jo Johnson, Community Engagement and Partnerships Lead
La historia del Caribe tiene la resistencia tan arraigada como la alegría. A pesar de las barreras lingüísticas y de la historia colonial, las personas caribeñas se han enfrentado a innumerables atrocidades y siguen siendo resilientes, optimistas y alegres. La resistencia nos define, desde el enfrentamiento a los legados persistentes de la esclavitud hasta la lucha contra las masculinidades perjudiciales y el cambio climático.
La amalgama de culturas, etnias, lenguas y religiones de la región no fue un acontecimiento natural y pacífico. Se produjo tras muchos años de lucha contra una legislación arcaica y deshumanizadora. Si nos fijamos en la derogación de la Ordenanza de Prohibición de los Espirituales de 1917 en Trinidad y Tobago, que por fin concedió a los miembros de la fe bautista espiritual el derecho a practicar su religión, o en la concesión del derecho de voto a las mujeres en Cuba en 1934, tras siete años de reivindicaciones, vemos que la resistencia no es nueva para nuestra gente.
De este modo, respetamos, empatizamos y elogiamos a estos grupos por no aceptar el status quo y empujar contra la moral colonial para luchar por su derecho a la vida, la libertad y la igualdad. Mediante la declaración de fiestas nacionales, la inclusión en los programas escolares y la adaptación de las estrategias políticas, estos grupos son reconocidos por su resistencia. Sin embargo, mientras nos enorgullecemos de saber que, aunque con imperfecciones, perseveramos, queda un grupo cuya lucha no ha hecho más que empezar.
Las luchas de la comunidad LGBTQI+ de la región tienen raíces profundas. En los últimos años, victorias legales significativas han puesto de relieve esta resistencia continua. Por ejemplo, en 2018, Trinidad y Tobago fue testigo de un logro pionero en la lucha contra la homofobia en 2018, cuando Jason Jones impugnó la legalidad de la Ley de Delitos Sexuales de Trinidad y Tobago de 2012. El argumento de Jones era simple, las secciones 13 y 16 de la Ley violaban sus derechos humanos como hombre gay. El Tribunal Supremo dictaminó que estos artículos eran inconstitucionales, destacando el conflicto entre las leyes de la época colonial y los derechos humanos contemporáneos. La sentencia, que enfatiza la dignidad personal por encima de las opiniones sociales o religiosas, buscó claridad sobre la cláusula de la ley de reserva* y sus implicaciones para los derechos LGBTQI+.
En Belice, el Tribunal de Apelaciones de 2019 confirmó la sentencia dictada en 2016 por el Tribunal Supremo en el caso Caleb Orozco contra el Fiscal General de Belice, por la que se declaraba inconstitucional el artículo 53 del Código Penal de Belice. Se consideró que esta sección, que conllevaba una pena de hasta 10 años de prisión, violaba el derecho a la dignidad, la privacidad, la igualdad, la no discriminación y la libertad de expresión. El tribunal afirmó además que el "sexo" incluye la orientación sexual y declaró que deben protegerse las actividades sexuales consentidas entre adultos.
En 2022, un año lleno de esperanza para el futuro del colectivo LGBTQI+, René Holder-McClean-Ramirez, un hombre gay, una mujer transgénero y una organización LGBTQI+ impugnaron ante el Tribunal Superior de Barbados la constitucionalidad de los artículos 9 y 12 de la Ley de Delitos Sexuales. En este caso, el tribunal no sólo rechazó la cláusula de la ley de reserva, sino que amplió la definición de "sexo" para incluir la orientación sexual, afirmando así la privacidad, la dignidad y la libertad personal como derechos protegidos, y declaró nulos los artículos.
Kitts y Nevis contendió con Jamal Jeffers et al v The Attorney General of St. Christopher and Nevis, cuando el Tribunal Supremo del Caribe Oriental evaluó las secciones 56 y 57 de la Ley de Delitos contra las Personas, que preveían penas de hasta 10 años de prisión. El tribunal consideró que estas secciones eran injustificables en una sociedad democrática, ya que violaban las secciones 3 y 12 de la Constitución de San Cristóbal y Nevis y, en consecuencia, declaró los actos sexuales consentidos entre adultos en privado como una excepción implícita.
En Antigua y Barbuda, en el caso Demandantes contra el fiscal general de Antigua y Barbuda, el Tribunal Supremo del Caribe Oriental declaró ilegales los artículos 12 y 15 de la Ley de Delitos Sexuales del país. Estos artículos penalizaban las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, con penas de hasta 15 años. El tribunal consideró que estas leyes violaban los artículos 3, 12 y 14 de la Constitución, vulnerando los derechos a la libertad, la intimidad y la protección frente a la discriminación. Afirmó que la orientación sexual forma parte de la expresión personal y debe estar protegida por la Constitución.
No es de extrañar que haya muchos desafíos en curso en toda la región, concretamente en Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Dominica. En 2020, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó a Jamaica derogar sus leyes anti-LGBTQI+. La Corte de Justicia del Caribe (CCJ, por sus siglas en inglés) ha influido significativamente en los derechos LGBTQI+ de la región, especialmente al revocar la Ley de Jurisdicción Sumaria (Delitos) de Guyana.
Aunque no son los hitos históricos esperados, hay mucho de lo que enorgullecerse. Cada momento de resistencia empuja a la región un poco más cerca de vivir verdaderamente la esencia de la diversidad y la inclusión. De Nassau a Paramaribo, las personas de la comunidad LGBTQI+ siguen resistiendo; siguen luchando por su derecho a la vida, la libertad y la igualdad. Así pues, mientras el mundo celebra el Orgullo este mes de junio, rendimos homenaje a todas las duras batallas ganadas por la comunidad LGBTQI+ del Caribe y a su derecho a resistir.
Para los países que aún no figuran en esta lista y quienes luchan a diario contra el odio, la exclusión y la violencia, les vemos, les damos las gracias y estamos con ustedes.
¡Feliz Día del Orgullo!
*Ley de reserva (“Savings clause” en inglés): Una cláusula de reserva o salvaguarda es una disposición de una constitución que protege cualquier ley que estuviera válidamente en vigor antes de que el país adoptara la constitución. Protege leyes que podrían anularse por inconstitucionales por motivos de derechos humanos. Las "cláusulas de reserva" figuran en las constituciones de todos los países caribeños de la Commonwealth.
when
region
Americas & the Caribbean
Subject
LGBTI+